La Congregación contaba con apenas 14
años de vida y nuestra Beata Fundadora dócil a la
inspiración misionera del Espíritu Santo supo ver
más allá de los confines de la tierra y mandó a sus
hijas a tierras Americanas; llegando a aquel lejano
3 de Mayo de 1906 al Puerto de Buenos Aires ,
desprovistas de todo e ignorando el idioma. Formaban
parte de ese nutrido grupo de inmigrantes que a
inicios del Siglo XX venían en busca de un provenir
mejor. Esas jóvenes religiosas venían guardando en
su corazón el anhelo de colaborar con el Señor en la
expansión de su Reino, entregando sus vidas a los
más pobres y enfermos.
A los inicios desarrollaron su
apostolado en el asilo San José (San Antonio de
Areco) y en distintos hospitales de la Provincia de
Bs. As.: San Pedro, Crespo, Alvear, Gutiérrez,
Durand; y también en el hospital Rufino (Santa Fe).
Y Dios continúa bendiciendo su
intuición carismática haciendo germinar y
multiplicar esta obra y estamos presente: en Bs. As.
(Cínica San Camilo y San Antonio de Areco), en
Córdoba (Molinari y Arguello).